GINEBRA – En solo nueve meses, un millón de personas sirias han regresado a su país tras la caída del gobierno de Bashar al-Assad el 8 de diciembre de 2024. ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, insta a la comunidad internacional a aumentar su apoyo para poner fin al sufrimiento y al desplazamiento de millones de personas sirias que fueron forzadas a huir de sus hogares en los últimos 14 años y ayudar al país a reconstruirse.
Además de quienes regresan desde fuera de Siria, otros 1,8 millones de personas que se habían desplazado dentro del país también han regresado a sus zonas de origen, lo que es una señal de la gran esperanza y las altas expectativas que tiene la población siria tras la transición política en el país.
Sin embargo, quienes regresan se enfrentan a enormes desafíos: viviendas e infraestructuras destruidas, servicios básicos débiles y dañados, falta de oportunidades de empleo e inestabilidad de seguridad que están poniendo a prueba la determinación de las personas de regresar y recuperarse.
Con más de 7 millones de personas sirias aún desplazadas dentro del país y más de 4,5 millones en el extranjero, es necesario brindar apoyo a las familias vulnerables, y aumentar las inversiones y los esfuerzos de estabilización.
“Esta es una oportunidad única para resolver una de las mayores crisis de desplazamiento del mundo. La comunidad internacional, el sector privado y los sirios de la diáspora deben unirse e intensificar sus esfuerzos para apoyar la recuperación y garantizar que el retorno voluntario de las personas desplazadas por el conflicto sea sostenible y digno, y que no se vean forzadas a huir de nuevo”, afirmó Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.
ACNUR ha comenzado a facilitar los retornos voluntarios y ha ampliado su apoyo a las personas refugiadas que deciden regresar, incluyendo asistencia en efectivo y transporte. En colaboración con las autoridades de Siria, los países vecinos y la comunidad internacional, la agencia también está rehabilitando viviendas dañadas durante el conflicto, dado el papel fundamental que desempeña un alojamiento seguro para afianzar a quienes regresan. La asistencia adicional dentro de Siria incluye el suministro de artículos de primera necesidad, apoyo para medios de vida, ayuda para obtener documentación civil y servicios de protección, como la prevención de la violencia de género, apoyo psicosocial y de salud mental, y protección infantil.
La reciente encuesta de ACNUR sobre las percepciones y las intenciones de retorno revela que la mayoría (el 80 por ciento) de la población refugiada siria en Jordania, Líbano, Egipto e Irak desea volver a casa algún día, el 18 por ciento de ella en el próximo año. Sin embargo, el retorno y la reintegración sostenidos solo pueden producirse con inversiones más específicas en las zonas de retorno. Otras personas refugiadas sirias siguen de cerca la evolución de la situación en Siria para decidir si es seguro para ellas regresar y cuándo hacerlo.
“No debemos olvidarnos de los millones de personas sirias que siguen siendo refugiadas y acogidas en países vecinos. Han soportado mucho sufrimiento en los últimos 14 años y los más vulnerables entre ellos siguen necesitando protección y asistencia. El apoyo sostenido a los países de acogida como Jordania, Líbano y Türkiye es igualmente fundamental para garantizar que los retornos sean voluntarios, seguros y dignos”, señaló Grandi. “Con un compromiso renovado, la comunidad internacional puede ayudar a mantener la esperanza, y apoyar la estabilidad y las soluciones duraderas para una de las mayores situaciones de refugiados de nuestro tiempo”, añadió.
ACNUR sigue colaborando con las autoridades sirias y otros organismos de las Naciones Unidas, como el PMA, UNICEF, el PNUD, la OIM, la OIT y UNFPA, para crear condiciones propicias para el retorno y la reintegración en las zonas gravemente afectadas por el conflicto que lleva ya una década.
En esta coyuntura crítica, los fondos para la labor humanitaria están disminuyendo. Dentro de Siria, solo se dispone del 24 por ciento de lo que se necesita, mientras que para la situación general de Siria solo se ha proporcionado el 30 por ciento de los fondos solicitados.
No es el momento de recortar el apoyo a la población siria y su lucha por una Siria mejor para ellos y para la región.