Nov 14

ACNUR: Civiles desplazados que huyen de las regiones de Darfur y Kordofán en Sudán se enfrentan a graves violaciones y rutas mortales

14 Noviembre 2025

GINEBRA – ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, advierte de que la catástrofe en materia de protección a la que hacen frente las regiones sudanesas de Darfur y Kordofán se está intensificando a un ritmo alarmante, al tiempo que la creciente violencia está obligando a miles de familias a abandonar sus hogares, muchas por segunda o incluso tercera vez.

Las familias que llegan a Tawila, situado a unos 50 km de El Fasher, y a zonas cercanas relatan los horrores inimaginables acontecidos tanto antes como durante su huida. Mujeres y niñas denuncian violaciones y violencia sexual mientras escapaban de El Fasher. También hay padres y madres que buscan a niños y niñas desaparecidos, muchos traumatizados por el conflicto y por el peligroso viaje hacia alcanzar la seguridad. Incapaces de pagar rescates, las familias han perdido a jóvenes varones por arrestos o reclutamiento forzado por parte de grupos armados.

Los trayectos hacia lugares seguros son cada vez más largos y peligrosos, ya que las personas desplazadas intentan evitar puestos de control armados en las rutas más cortas. Desde la toma de El Fasher, 2.000 personas que han huido de Darfur y Kordofán han llegado a Ad Dabbah, en el Estado del Norte, algunas recorriendo más de 1.000 kilómetros, viajando hasta 15 días. Se suman a unas 35.000 que lograron llegar durante el prolongado asedio, y se cree que miles más están en camino. Los recién llegados informan de saqueos de sus pertenencias personales, incluidos teléfonos, joyas, ropa y dinero en efectivo. También se reporta que los transportistas exigen tarifas exorbitantes, convirtiendo la desesperada huida en otro calvario de abusos y explotación. Preocupan especialmente los informes recientes sobre personas que, tras huir, han sido devueltas por la fuerza a El Fasher por grupos armados en las rutas de desplazamiento.

Mientras tanto, las condiciones en El Fasher están al borde del colapso. Redes comunitarias y fuentes locales han informado a los equipos de ACNUR de que miles de personas, especialmente personas ancianas, personas con discapacidad y heridas, permanecen atrapadas, ya sea porque se les impide salir de la ciudad o porque carecen de medios o fuerzas para huir.

Casi 100.000 personas han visto desplazadas de El Fasher y de aldeas cercanas en las últimas dos semanas. Han huido en busca de seguridad en otras partes de Darfur del Norte y estados vecinos. Tres cuartas partes de los recién desplazados ya habían sido forzados a abandonar sus hogares antes, principalmente desde los campamentos de Zamzam y Abu Shouk y barrios inseguros de El Fasher. El conflicto también se ha extendido a otras zonas del oeste de Sudán, incluido Kordofán del Norte, donde la violencia ha desplazado a casi 50.000 personas en las últimas semanas, muchas de las cuales ya habían huido de enfrentamientos anteriores.

Las condiciones en las zonas de llegada, como Ad Dabbah y Tawila, son críticas. La gente duerme al aire libre, bajo árboles o en refugios improvisados. El agua potable, los alimentos y los medicamentos son casi inexistentes. Muchas familias llevan días sin comer. Los trabajadores sanitarios advierten sobre el aumento de la desnutrición, especialmente entre niños y mujeres embarazadas. Los recién llegados muestran signos visibles de trauma tras meses de asedio y desplazamientos repetidos.

ACNUR y sus socios están aumentando rápidamente la respuesta para atender a quienes más lo necesitan en Darfur, Kordofán y el Estado del Norte. En Tawila se han establecido puestos de protección para brindar apoyo especializado, como asesoramiento, búsqueda de familiares y asistencia para los más vulnerables. También se está registrando y derivando a niños no acompañados y separados para recibir ayuda especializada. Ante las graves vulneraciones de derechos, ACNUR ha entregado kits PEP a las autoridades sanitarias para garantizar el tratamiento necesario a las supervivientes de violaciones. Además, se están enviando artículos para el hogar, materiales de refugio y otros suministros desde Puerto Sudán a las zonas donde hay acceso humanitario. Un equipo de ACNUR ha llegado a Ad Dabbah para responder a la crisis.

ACNUR se suma a los llamamientos generalizados para un cese inmediato de los ataques indiscriminados contra civiles y para que se garantice un paso seguro y sin restricciones para quienes huyen desesperadamente para salvar sus vidas. Los continuos obstáculos al acceso humanitario ponen vidas en riesgo. ACNUR insta a todas las partes a cumplir con sus obligaciones bajo el derecho internacional humanitario y de derechos humanos, y a conceder acceso pleno, incondicional y sostenido para que los trabajadores humanitarios puedan brindar asistencia vital a quienes más lo necesitan. También pide la protección de los respondedores en primera línea, demasiados han perdido la vida o están desaparecidos.

Al mismo tiempo, ACNUR llama a la comunidad internacional a incrementar su apoyo con financiación urgente, pero también a reforzar y mantener la presión para proteger a la población civil y permitir la entrega de ayuda para atender las enormes necesidades. Hasta ahora, ACNUR solo ha recibido el 35% de los recursos necesarios este año para responder a la crisis dentro de Sudán y en los países de acogida, y necesita de manera urgente 84,2 millones de dólares para mantener la respuesta vital hasta el próximo año.

Sudán sigue haciendo frente a la mayor crisis de desplazamiento del mundo, con casi 12 millones de personas forzadas a abandonar sus hogares dentro del país y más allá de sus fronteras. Si no se toma una acción rápida y decisiva, millones de civiles sudaneses, muchos ya desplazados en varias ocasiones, tendrán que padecer sufrimientos y pérdidas aún mayores.

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