Jun 17

ACNUR continúa firme en la protección de los refugiados y concluye la revisión de sus operaciones, estructuras y personal

GINEBRA – ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, anunció hoy haber completado una revisión de sus actividades, gastos, personal y estructuras, tras una importante disminución de la financiación humanitaria en comparación con 2024.

La agencia advirtió a principios de este año que los recortes en la ayuda global están poniendo en peligro millones de vidas.

“A la luz de la difícil situación financiera, ACNUR se ve obligado a reducir la escala general de sus operaciones. Centraremos nuestros esfuerzos en las actividades que tengan mayor impacto para las personas refugiadas, con el apoyo de unas estructuras simplificadas en la sede y en las oficinas regionales”, declaró Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.

Como parte de las medidas generales de reducción de gastos de la agencia, ACNUR se ha visto obligado a cerrar o reducir el tamaño de oficinas en todo el mundo y a aplicar una reducción de casi el 50 por ciento en los puestos de alto nivel en su sede de Ginebra y en las oficinas regionales. En total, se suprimirán aproximadamente 3.500 puestos de trabajo. Además, cientos de colegas que prestaban apoyo a ACNUR de forma temporal han tenido que abandonar la organización debido a la falta de financiación. En general, ACNUR estima una reducción global de los gastos de personal de alrededor del 30 por ciento.

A lo largo del proceso de revisión, las decisiones se tomaron teniendo en cuenta la prioridad general de mantener las operaciones en las regiones con las necesidades más urgentes en materia de refugiados.

No obstante, se han visto afectados programas fundamentales que incluyen desde ayuda financiera a las familias vulnerables hasta salud, educación, y agua y saneamiento. ACNUR está colaborando estrechamente con socios de la ONU, organizaciones humanitarias y países de acogida para mitigar, en la medida de lo posible, el impacto sobre los refugiados y otras personas que dependen de su ayuda. Está centralizando las funciones de apoyo, explorando nuevos modelos operativos – incluida la ubicación del personal en otras oficinas de la ONU – y acelerando el uso de la tecnología para lograr una mayor eficiencia.

“Estamos muy agradecidos con los donantes que han aumentado o realizado contribuciones tempranas este año, y seguimos abogando por un apoyo sostenido y desplegando todos los esfuerzos para movilizar nuevos recursos. La ayuda aporta un grado de estabilidad en situaciones profundamente volátiles. Invertir en ayuda no solo salva vidas, sino que también evita costes más elevados a largo plazo cuando personas desesperadas se ven forzadas a desplazarse en busca de protección”, afirmó Grandi.

ACNUR prevé que este año terminará con una financiación disponible similar a la de hace una década, a pesar de que el número de personas que se han visto forzadas a huir casi se ha duplicado en el mismo periodo, situándose ahora en más de 122 millones.

“A pesar de que nos enfrentamos a dolorosos recortes y perdemos a tantos colegas dedicados, nuestro compromiso con las personas refugiadas sigue siendo inquebrantable”, añadió Grandi. “Aunque los recursos son más escasos y nuestra capacidad de respuesta se ha reducido, seguiremos trabajando duro para responder a las emergencias, proteger los derechos de los refugiados y buscar soluciones, incluido el retorno a sus hogares, como lo han hecho casi dos millones de sirios desde diciembre”.

ACNUR participa plenamente en la iniciativa UN80, liderada por el Secretario General de la ONU para reformar el sistema de las Naciones Unidas, y en la iniciativa Humanitarian Reset, liderada por el Coordinador de Ayuda de Emergencia, explorando todas las oportunidades de cooperación con los organismos asociados.

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