GINEBRA – ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, ha expresado su preocupación por la intención de Pakistán de devolver por la fuerza a refugiados afganos que poseen tarjetas de Prueba de Registro (PoR).
El 31 de julio, Pakistán confirmó que las personas refugiadas afganas serían repatriadas en el marco de su actual «Plan de Repatriación de Extranjeros Ilegales». En los últimos días, ACNUR ha recibido informes sobre arrestos y detenciones de afganos en todo el país, incluidos titulares de tarjetas de Prueba de Registro.
Reconocemos y valoramos la generosidad de Pakistán al acoger a personas refugiadas durante más de 40 años, a pesar de sus propios desafíos. Sin embargo, dado que quienes poseen tarjetas de Prueba de Registro han sido reconocidos como refugiados durante décadas, su devolución forzada contradice el histórico enfoque humanitario en Pakistán hacia este grupo y constituiría una violación del principio de no devolución (non-refoulement).
ACNUR está especialmente preocupado por las mujeres y niñas obligadas a regresar a un país donde sus derechos humanos están en riesgo, así como por otros grupos que podrían estar en peligro. Hacemos un llamamiento a las autoridades para que garanticen que cualquier retorno de afganos a Afganistán sea voluntario, seguro y digno.
ACNUR ha continuado solicitando una extensión de la validez de las tarjetas de Prueba de Registro y acoge con satisfacción el “período de gracia” adicional de un mes que Pakistán ha concedido.
ACNUR insta encarecidamente al Gobierno de Pakistán a aplicar medidas que eximan del retorno involuntario a los afganos que continúan necesitando protección internacional. También hacemos un llamamiento a la reconocida buena voluntad de Pakistán para permitir la permanencia legal de personas afganas con necesidades médicas, aquellas que actualmente cursan estudios superiores o que están en matrimonios mixtos. ACNUR ha expresado su disposición a apoyar al Gobierno en el establecimiento de los mecanismos necesarios.
El retorno a gran escala de afganos este año desde países vecinos ha ejercido una enorme presión sobre los servicios básicos, la vivienda y los medios de subsistencia, así como sobre las propias comunidades de acogida, agravando una crisis humanitaria ya grave en Afganistán. Los retornos masivos y apresurados aumentan significativamente las necesidades de protección y generan riesgos de inestabilidad en Afganistán y en la región, incluyendo movimientos posteriores.
Este año, más de 2,1 millones de afganos ya han regresado o han sido obligados a regresar a Afganistán, incluidos 352.000 desde Pakistán.