Nov 07

En la COP16, ACNUR impulsa soluciones sostenibles que incluyan a las personas desplazadas, preserven la biodiversidad y promuevan la acción climática

CALI – En el marco de la 16ª Conferencia de las Partes sobre Biodiversidad (COP16), ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, destacó que la pérdida de biodiversidad pone en mayor riesgo a las personas más vulnerables, como a las personas desplazadas, comunidades indígenas, mujeres y niñas, exacerbando también el desplazamiento forzado.

Actualmente, el 75% de las personas desplazadas por la fuerza en el mundo vive en regiones altamente expuestas a peligros relacionados con el clima. A junio de 2024, cerca del 86% de las personas solicitantes de asilo, refugiadas y apátridas en las Américas residían en países altamente vulnerables a las alteraciones climáticas, donde la capacidad limitada dificulta las respuestas efectivas y los esfuerzos de mitigación. Estas comunidades están en la primera línea, soportando los impactos más severos del cambio climático.

“La degradación de nuestros ecosistemas no es sólo un problema ambiental, sino también un asunto profundamente humano que impacta a millones de personas a nivel mundial. La pérdida de biodiversidad, impulsada por el cambio climático, la degradación de la tierra y la contaminación agravan las vulnerabilidades y fomenta el desplazamiento. La crisis de biodiversidad nos afecta a todos, pero la magnitud de sus impactos varía dependiendo de quiénes somos y dónde estamos. Nadie está posiblemente más expuesto ni es más vulnerable que aquellas poblaciones que ya huyen de conflictos”, concluyó Mireille Girard, Representante de ACNUR en Colombia.

Al mismo tiempo, las poblaciones desplazadas, cuando cuentan con las herramientas adecuadas, pueden contribuir a la preservación de ecosistemas frágiles. En Colombia, por ejemplo, la iniciativa “Guardianes del Mangle” empodera a las comunidades desplazadas y locales para restaurar ecosistemas vitales de manglares.

Las Soluciones Basadas en la Naturaleza así como así como las Estrategias Nacionales y Planes de Acción en Biodiversidad (NBSAP, por sus siglas en inglés) ofrecen una poderosa herramienta para abordar los desafíos ambientales, prevenir el desplazamiento y fortalecer los lazos entre las poblaciones desplazadas y las comunidades de acogida. Estas soluciones mejoran la resiliencia ante el cambio climático y generan beneficios sociales, económicos y ambientales, al tiempo que contribuyen a la paz y al desarrollo sostenible.

“Reunirnos en la COP 16 nos brinda un espacio vital para comprender mejor las complejas interrelaciones entre el desplazamiento, la pérdida de biodiversidad y la degradación ambiental, así como sus impactos. También para abogar para que las poblaciones desplazadas por la fuerza, junto con las comunidades que las acogen, sean incluidas de manera significativa en las decisiones vinculadas a la preservación y regeneración de la biodiversidad”, señaló Florent Marty, Coordinador Regional de ACNUR para la Acción Climática en las Américas y el Caribe.

ACNUR culminó su participación en la COP16 y redobló su compromiso de trabajar junto a las comunidades, estados y todos los actores relevantes para desarrollar soluciones que beneficien tanto a las personas desplazadas por la fuerza como a la naturaleza, fomentando la resiliencia a largo plazo.

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