Dado que Libia sigue sufriendo conflictos, las evacuaciones son un salvavidas para los refugiados más vulnerables que viven en centros de detención y áreas urbanas, y que necesitan urgentemente seguridad y protección. Los 98 evacuados son de Eritrea, Etiopía, Somalia y Sudán, e incluyen a 52 niños no acompañados. El más joven es Yousef, un bebé de Somalia de siete meses, nacido en detención y que viaja con sus padres. Muchos de los refugiados habían estado detenidos en Libia durante largos períodos, algunos incluso por más de ocho meses.

“Hemos llevado a 98 personas a un lugar seguro, pero esto sigue siendo solo un pequeño número de los miles que necesitan esa ayuda. Todavía hay unos 3.600 refugiados en centros de detención. Necesitamos urgentemente encontrar soluciones para ellos, así como para miles de refugiados vulnerables que viven en áreas urbanas”, dijo Jean-Paul Cavalieri, Jefe de Misión de ACNUR para Libia.

ACNUR agradece la cooperación del Ministerio del Interior de Libia, y el apoyo de nuestro socio LibAid, por su asistencia para asegurar su liberación y traslado fuera de los centros de detención. “La evacuación fue un ejemplo de solidaridad, y agradecemos a las autoridades italianas por hacer esto posible. Esperamos que otros países presten atención a este ejemplo y proporcionen evacuaciones humanitarias similares para salvar vidas”, expresó Roland Schilling, Representante Regional del ACNUR para el Sur de Europa.

Antes de la evacuación, los refugiados estaban siendo alojados en el Centro de Reunión y Salida (GDF) en Trípoli, después de que ACNUR asegurara su transferencia fuera de la detención. En el GDF, se les proporcionó comida, albergue, asistencia médica, además de apoyo psicosocial, ropa y kits de higiene.

Tras esta evacuación, ACNUR ha ayudado a 1.474 refugiados vulnerables a salir de Libia en 2019, incluidos 710 a Níger, 393 a Italia y 371 que han sido reasentados en otros países de Europa y en Canadá.

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