Hay unos 26 millones de refugiados en todo el mundo que han huido de la guerra, los conflictos violentos o la persecución. Según el derecho internacional, cualquier persona con un temor fundado de ser perseguida en función de su religión, nacionalidad, opinión política o pertenencia a un grupo social en particular debe ser protegida como refugiada.

Las directrices emitidas por ACNUR, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, han considerado que las personas atacadas por su identidad de género, orientación sexual o características sexuales tienen derecho a dicha protección.

A veces, la población refugiada LGBTI es víctima de las leyes draconianas de su gobierno. Otras veces sufren a manos de sus conciudadanos, o de sus propias familias, y su gobierno defiende o incluso participa en el abuso.

ACNUR responde preguntas frecuentes sobre las personas refugiadas LGBTI, y presenta a algunos de los que no tuvieron más remedio que huir.

P: ¿Qué categorías de orientación sexual o identidad de género están protegidas por el derecho internacional de refugiados?

R: Cualquier persona que huya de la persecución por orientación sexual, identidad de género o características sexuales puede ser refugiada. Eso incluye a personas que se identifican como lesbianas, homosexuales, bisexuales, transgénero o intersex (nacidas con características sexuales, como genitales, gónadas y patrones cromosómicos, que no necesariamente se ajustan a las nociones binarias de cuerpos masculinos o femeninos). Estos términos no necesariamente describen a todos (y diferentes idiomas tienen términos diferentes) pero las etiquetas no importan en el derecho de refugiados. Quienes buscan protección solo tienen que establecer su temor a la persecución debido a la identidad de género u orientación sexual, como lo definan, o incluso debido a la identidad de género u orientación sexual percibidas.

P: ¿Pero pensé que los refugiados eran personas que huían de la guerra?

R: Algunas personas refugiadas LGBTI están huyendo de la guerra o la violencia en sus países, y ser LGBTI no es la base principal de su solicitud de protección, ya que puede no tener ninguna relación. Otros huyen únicamente debido a la persecución que enfrentan por ser LGBTI.

“Me convertí en el chico gay. El abierto, el orgulloso y el politizado. ¿Fue aterrador? Era. Pero también fue un acto tranquilizador de reclamar mi propio espacio, de hacerme visible, aunque expuesto… ¡Somos más fuertes que nadie! Es esencial que las personas LGBT seamos fuertes si queremos superar los miedos cotidianos, la recreación de nuestro trauma, el pánico de ser descubierto, la intimidación y la humillación. IDAHOT es un humilde recordatorio para todos aquellos de nosotros que vivimos bajo regímenes opresivos, su necesidad de vigilancia constante y su miedo por el solo hecho de ser quienes somos. No importa si eres o no un miembro visible de la comunidad LGBT. Lo que importa es el hecho mismo de que lo que nos hace vulnerables también nos hace más fuertes”.  

Evgeny es un activista e investigador LGBT de San Petersburgo. En 2018, se vio obligado a abandonar Rusia. En 2019 se le otorgó protección internacional en la República de Irlanda, donde ahora reside.

P: ¿Qué podría considerarse persecución por motivos de orientación sexual o identidad de género?

R: Más de 70 países han criminalizado las relaciones entre personas del mismo sexo, y en algunos se castiga con la muerte. Otros han adoptado leyes que discriminan a las personas LGBTI o que las autoridades utilizan para perseguir a las personas LGBTI, como los estatutos de indecencia pública vagamente escritos. La Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex ha publicado un mapa que muestra las leyes en relación con la orientación sexual en todo el mundo.

También hay casos bien documentados de gobiernos que no están dispuestos o no pueden proteger a las personas LGBTI de la violencia dirigida por parte de pandillas criminales, por ejemplo, o incluso por la policía local. Las personas que huyen de tales condiciones deben ser protegidas como refugiadas.

“Nací de nuevo en España. Por primera vez, me siento segura, más aceptada. He estado en reuniones, talleres e incluso en la radio para contar mi historia. Quiero mostrar, con mi testimonio, que hay opciones. A todos los que han sufrido persecución debido a su identidad sexual como yo, les diría que no están solos. Hay tierras de oportunidad, inclusión y aceptación”.

Kemdra, de 30 años, es enfermera, refugiada y transexual de Honduras. Se vio obligada a huir en 2017 y se le concedió asilo en España.

P: ¿Todos los países aceptan refugiados LGBTI?

R: La orientación del ACNUR es clara: el derecho internacional reconoce esto como una solicitud válida de asilo.

La mayoría de las personas que buscan la condición de refugiado reciben inmediatamente protección en función de la situación en el país del que huyeron en lugar de una solicitud individual. Algunos de los que buscan protección basada en una solicitud individual lo han hecho citando la persecución por motivos de orientación sexual o identidad de género. La mayoría de los casos de este tipo se han realizado en Australia, Canadá, Europa y Estados Unidos. Los tribunales de estas naciones han acordado en general que la Convención de las Naciones Unidas sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 protege a las personas que huyen de la violencia o la persecución por motivos de orientación sexual o identidad de género.

Lo que significa ser una persona refugiada LGBTI

“Ellos [los miembros de la pandilla] me insultaron, me golpearon y lo último es lo que me llevó a irme. Me dijeron que tenían una bala para mí, que me matarían como a mi amiga. Siempre llevaba una mochila conmigo. Me dijeron que la llenarían de drogas y se asegurarían de que me llevaran a prisión, donde me cuidarían. Tenía miedo. Un disparo en ese momento hubiera sido mejor que ir a esa prisión». 

– Oscar, de 47 años, es un activista LGBTI que se vio obligado a huir de Honduras. Su amiga, una lesbiana, fue asesinada. Dijo que la policía se negó a protegerlo de los pandilleros. Ahora vive en Guatemala.

P: ¿Cuántas personas han solicitado protección como refugiados sobre esta base?

R: ACNUR no tiene números globales sobre esto. Los gobiernos están luchando por procesar una acumulación de solicitudes de asilo y no han compilado datos detallados. Al mismo tiempo, los registros de casos a veces solo indican que un solicitante busca protección bajo la cláusula de “grupo social particular” (o en casos muy raros, opinión política o religión) sin especificar identidad de género u orientación sexual.

P: ¿Qué hace ACNUR para ayudar a una persona refugiada LGBTI?

R: ACNUR se compromete a tratar a todas las personas con respeto y dignidad y exige que el personal se adhiera a un código de conducta. Invertimos en capacitar al personal y a los socios en este tema. Siempre nos esforzamos por mejorar.

Desafortunadamente, las personas refugiadas LGBTI a menudo enfrentan las mismas amenazas en el país de asilo que en su país de origen. Pero ACNUR trabaja para garantizar que estén seguros y tengan acceso a sus derechos y servicios esenciales, como la atención médica, estén donde estén.

P: ¿Cómo ayuda ACNUR a la población refugiada LGBTI a comenzar de nuevo?

R: Hay diferentes maneras en que tratamos de ayudarles a reanudar sus vidas. Pueden integrarse en el país de acogida donde han huido, donde trabajamos con gobiernos y socios para ayudarlos a acceder a servicios y reconstruir redes de apoyo. Pueden ser reasentados a un tercer país. Pueden regresar a casa si las condiciones mejoran lo suficiente como para que sea seguro hacerlo. Lamentablemente, no importa cuánto trabajemos nosotros y nuestros socios para encontrar una solución, muchos refugiados LGBTI simplemente no tienen acceso a ninguna de estas opciones. En ese caso, intentamos asegurarnos de que tengan acceso a los servicios y la ayuda que necesitan donde sea que estén.

Para la población refugiada LGBTI, el reasentamiento en un tercer país a veces puede ser la opción más segura. Desafortunadamente, menos del 0,5 por ciento de todos los refugiados son reasentados en terceros países, y el número continúa disminuyendo a medida que los gobiernos de todo el mundo recortan cuántos están dispuestos a aceptar.

“Recibí una llamada de [un socio del ACNUR]. Obtendría asistencia humanitaria, algunos artículos básicos para comenzar mi vida. Me sentí aliviada porque estaba a salvo, lejos de casa. Conseguí un trabajo y salí del albergue. Llegó en un buen momento porque me había puesto muy triste. No es fácil dejar todo tan de repente y comenzar de nuevo. Con el tiempo, aprendí a adaptarme y a disfrutar aquí en Guatemala… Solo quería irme, sin importar a dónde fuera”.

– Valeria, de 27 años, es una mujer transgénero salvadoreña que solicitó asilo en Guatemala hace dos años. Ahora trabaja como estilista y también enseña peluquería como voluntaria.

P: ¿Qué puedo hacer para ayudar?

R: Puedes asegurarte de que tu hogar, tu comunidad y tu país sean seguros para todo el mundo, incluidas las personas LGBTI. Rompe el silencio: habla cuando veas discriminación, escucha las historias de personas LGBTI o cuenta tu propia historia, sea lo que sea. Visita nuestro sitio web para obtener más información sobre las personas refugiadas LGBTI o para donar.

También podes consultar estos enlaces de algunos de nuestros socios:

  • HIAS ha estado ayudando a personas refugiadas por más de 100 años.
  • Lamda apoya a las personas LGBTI en Guatemala.
  • Oram proporciona ayuda e investigación sobre los grupos de refugiados más vulnerables, incluidas las personas LGBTI.
  • El Comité de Mujeres Refugiadas es una organización de investigación y defensa que se enfoca en las necesidades de las mujeres, niños y jóvenes refugiados.

La versión original en inglés de este artículo se publicó en el perfil de ACNUR de Medium.

Con ACNUR podés ayudar a los refugiados a construir su futuro