Sep 02

Yemen: Aumentan las necesidades para millones de personas desplazadas afectadas por inundaciones catastróficas en el medio de una emergencia humanitaria interminable

El siguiente contenido corresponde a las declaraciones formuladas el 30 de agosto por la portavoz de ACNUR Mysa Khalaf en una rueda de prensa en el Palacio de las Naciones, en Ginebra.

Según la más reciente evaluación de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, las condiciones de millones de personas desplazadas en Yemen se están deteriorando debido al agudizarse de la prolongada crisis humanitaria que azota el país.

La última actualización del Monitoreo de Protección de los Desplazados Internos en Yemen, publicada esta semana por ACNUR, revela un sombrío panorama de las condiciones de vida de las personas desplazadas y de sus comunidades de acogida. A través de datos recolectados en más de 47.000 hogares en el primer semestre de 2024, el informe describe las dificultades enfrentadas tanto por las personas desplazadas internas y retornadas, como por las comunidades que las acogen. Un porcentaje significativo de los hogares entrevistados sigue viviendo en asentamientos para personas desplazadas internas, ya sea formales o informales, lo que indica que la crisis de desplazamiento en el país no ha terminado.

Tememos que esta situación, que no recibe atención por parte de los medios internacionales, se esté deteriorando. El informe muestra que el 85% de las familias no puede satisfacer sus necesidades alimentarias diarias. Muchas han recurrido a mecanismos de supervivencia extremos, como reducir el tamaño de las comidas o saltárselas por completo. Estas estadísticas representan la dura realidad de familias enteras que pasan hambre a diario.

Otro problema crítico, que a menudo es ignorado, es la falta generalizada de documentación civil entre las familias desplazadas. Más del 51% de las familias encuestadas tiene al menos un hijo sin certificado de nacimiento y el 70% tiene familiares sin documentos nacionales de identidad. Sin estos documentos fundamentales, las familias no pueden tener acceso a servicios esenciales, a la educación, ni a sus derechos fundamentales, lo que agrava su vulnerabilidad y dificulta su capacidad para reconstruir sus vidas.

A pesar de los esfuerzos por mejorar sus condiciones de vida, la mayoría de las familias desplazadas no se sienten suficientemente seguras para retornar a sus hogares debido a la persistente inestabilidad, a la falta de oportunidades de trabajo, y a peligros como las minas terrestres, por lo que terminan viéndose atrapadas en el ciclo del desplazamiento prolongado.

Mientras la atención del mundo se concentra en otras emergencias globales, en Yemen sigue produciéndose una de las crisis humanitarias más graves del mundo, donde los desafíos son extremos. En la actualidad, hay 18,2 millones de personas en el país que necesitan ayuda humanitaria urgente, incluidos 4,5 millones de personas desplazadas. El total incluye también a más de 60.000 personas refugiadas y solicitantes de asilo, principalmente de Somalia y Etiopía.

La comunidad internacional debe brindar un apoyo más sistemático y sostenido para países como Yemen, que es también uno de los más vulnerables al cambio climático. De hecho, el país es uno de los menos preparados para mitigar y adaptarse a los efectos de las condiciones meteorológicas extremas y los desastres provocados por el cambio climático, que cada vez son más frecuentes.

Recientemente, catastróficas inundaciones causadas por fuertes lluvias y la rotura de tres represas han afectado el distrito de Malhan, en la gobernación de Al Mahweet, devastando comunidades enteras. En el último mes, las inundaciones se han causado la muerte de 97 personas y han dejado a muchas más heridas, afectando a más de 56.000 hogares en 20 gobernaciones y forzando a desplazarse a más de 1.000 familias. Las zonas más afectadas han sido Al Hudaydah, Hajjah, Al-Taweela y Marib. Muchas carreteras se han vuelto intransitables, aislando las zonas afectadas y dificultando las labores de rescate

Este desastre, que se suma a la crisis actual de Yemen, ha agravado el sufrimiento de millones de personas. Infraestructuras esenciales han quedado destruidas, muchas viviendas fueron arrasadas y las tierras de cultivo sumergidas. Los artefactos explosivos sin detonar desenterrados por las inundaciones suponen una amenaza adicional para la población civil y el personal humanitario.

Como agencia que lidera los sectores de protección, alojamiento, ayuda no alimentaria y coordinación de campamentos, ACNUR está trabajando con los socios locales para proporcionar ayuda urgente. Estamos incrementando la distribución de ayuda en efectivo, un salvavidas fundamental para las personas más vulnerables. Esto incluye dinero en efectivo para cubrir necesidades esenciales, responder a emergencias, obtener documentación y reparar alojamientos dañados. ACNUR también está promoviendo soluciones a largo plazo, como la rehabilitación de viviendas para los desplazados retornados, el acondicionamiento de instalaciones en las comunidades de acogida, e iniciativas para fomentar la cohesión social.

Sin embargo, los recursos disponibles son insuficientes para satisfacer estas necesidades humanitarias urgentes. A 31 de julio, el llamamiento realizado por ACNUR por recaudar un monto presupuestado de 354 millones de dólares (USD) estaba financiado sólo en un 21%, lo que deja áreas críticas como la protección y el alojamiento gravemente desprovistas.

ACNUR insta a la comunidad internacional a reforzar su apoyo y solidaridad con el pueblo de Yemen. El mundo no puede permitirse pasar por alto la crisis de Yemen por más tiempo. Un apoyo sostenido y coordinado es crucial en este momento, ya que millones de vidas están en riesgo.


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