Ago 19
Trabajadores sanitarios en el asentamiento de refugiados de Dougui, en el este de Chad, desinfectan locales e instalaciones de kits de lavado de manos para limitar la cadena de contaminación por cólera. © ACNUR/Bockarie Kallon

Se necesita financiación urgente ante un brote de cólera entre los refugiados que huyen de la región sudanesa de Darfur

GINEBRA – Un mortífero brote de cólera está azotando un asentamiento de refugiados en el este de Chad que acoge a sudaneses procedentes de Darfur, haciendo saltar las alarmas por el empeoramiento de las condiciones de salud e higiene, en un momento en que se agota la financiación humanitaria.

A principios de agosto, se habían registrado 264 casos de cólera y 12 muertes en el asentamiento de refugiados de Dougui y los pueblos cercanos. También se han reportado casos sospechosos en el asentamiento de Treguine, que también acoge a refugiados sudaneses.

Las localidades fronterizas, que acogen a un tercio de los refugiados recién llegados, también corren un grave riesgo de contagio a medida que siguen llegando más personas procedentes de Darfur. En Adre, el mayor asentamiento espontáneo, que acoge a más de 235.000 personas, se están investigando actualmente tres casos sospechosos, lo que hace temer una mayor propagación.

Al otro lado de la frontera, en Darfur, la situación es aún más crítica, con más de 4.300 casos y 113 muertes registradas.

Para evitar una catástrofe humanitaria, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, pide con urgencia una inyección inmediata de fondos para incrementar la provisión de ayuda vital en las áreas de salud, higiene, ayuda alimentaria y alojamiento de emergencia.

El hacinamiento en las zonas que acogen a las personas desplazadas, la falta de agua potable y las deficiencias en las instalaciones de saneamiento y de salud están acelerando el contagio.

En Darfur, muchas personas viven en lugares que funcionan como albergues, a menudo en edificios públicos en desuso, con acceso insuficiente a servicios básicos como el agua y el saneamiento. Mientras tanto, no cesan los desplazamientos y los ataques brutales, tanto en Darfur como en la vecina región de Kordofán, sumiendo aún más en la desesperación a comunidades ya devastadas por atrocidades indescriptibles.

Los combates incesantes también han causado graves restricciones en el acceso humanitario y han perjudicado la distribución de ayuda en los últimos dos años. Con la llegada de la temporada de lluvias, muchas carreteras serán intransitables durante meses, lo que complicará aún más la entrega de ayuda. La inseguridad persistente ha impedido la agricultura, agravando las penurias en zonas en riesgo de hambruna o que ya sufren condiciones de hambruna.

En Chad, ACNUR ha suspendido el traslado de refugiados desde la frontera a Dougui para evitar nuevos casos de cólera. Se están instalando estaciones de lavado de manos, distribuyendo jabón y desinfectando letrinas. Se han entregado suministros médicos y equipos de protección personal a los centros de salud, y se ha formado al personal sanitario para mejorar la identificación y la vigilancia de los casos. También se está proporcionando información sobre la prevención y el tratamiento temprano en todos los asentamientos.

A pesar del aumento de las necesidades, la falta de financiación está obstaculizando los esfuerzos de respuesta tanto en Darfur como en el este de Chad.

ACNUR necesita 130 millones de dólares en financiación flexible para proporcionar ayuda vital a unas 800.000 personas en Darfur, responder al brote de cólera en curso, reubicar a 239.000 refugiados sudaneses de la frontera entre Chad y Sudán, y abordar las principales necesidades en materia de prestación de servicios antes de que finalice 2025.

En Darfur, los fondos requeridos ayudarán a brindar ayuda humanitaria esencial, como servicios de protección, alojamiento y artículos de primera necesidad a los desplazados internos, y a mejorar la infraestructura sanitaria, higiénica y de saneamiento en los campamentos de refugiados.

En Chad, descongestionar los asentamientos espontáneos es una prioridad para evitar la propagación del cólera. ACNUR intensificará sus esfuerzos para reubicar a los refugiados que se encuentran actualmente en la frontera en asentamientos y aldeas hacia lugares donde se disponga de servicios esenciales, proporcionando transporte seguro a unas 2.000 personas por día. ACNUR también priorizará la atención sanitaria, el acceso al agua potable y a instalaciones de saneamiento, el alojamiento, y los servicios de protección.

Desde que comenzó la guerra, en abril de 2023, más de 5 millones de personas se han desplazado a lo largo de Darfur, sumándose a 1,5 millones de personas que ya se encontraban en situación de desplazamiento interno antes del conflicto actual, y a más de 82.000 personas refugiadas, procedentes en su mayoría de Sudán del Sur.

Más de 873.000 refugiados sudaneses han huido de Darfur buscando protección en Chad, que ahora acoge al mayor número de refugiados sudaneses registrados desde el inicio del conflicto. Una de cada tres personas en el este de Chad es ahora una persona refugiada.

DONÁ AHORA