Casi 900.000 personas refugiadas han huido de Ucrania a los países vecinos en los últimos seis días, según indican los últimos datos recopilados por ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados.
De seguir a este ritmo, esta situación podría convertirse en la mayor crisis de refugiados de Europa en lo que va de siglo. Por ello, ACNUR está movilizando recursos para responder de la forma más rápida y eficaz posible.
Hasta el momento, todos los países vecinos han mantenido abiertas sus fronteras para aquellas personas que abandonan Ucrania. La mayoría ha huido hacia Polonia, Hungría, Moldavia, Rumanía y Eslovaquia, mientras que otras personas refugiadas se han desplazado hacia otros países europeos.
ACNUR insta a los gobiernos a seguir manteniendo el acceso al territorio para todas las personas que se ven forzadas a dejar su hogar: tanto ucranianos como nacionales de terceros países que viven en Ucrania y que ahora se ven obligados a escapar de la violencia. Es importante enfatizar que no debe haber discriminación contra ninguna persona o colectivos.
La Agencia de la ONU para los Refugiados tiene presencia en la región desde hace mucho tiempo, con oficinas en Polonia, Hungría, Moldavia, Eslovaquia y Rumania. Así mismo, ACNUR está trabajando junto a otras entidades de la ONU y ONG socias para apoyar a las autoridades nacionales.
Actualmente, ACNUR está reforzando sus operaciones con más recursos, personal y artículos de primera necesidad que se despliegan en la región, al tiempo que se prepara para poder proporcionar asistencia en efectivo mediante tarjetas, según sea necesario. Los equipos de ACNUR especializados en protección y bienestar de la infancia también están listos para apoyar a las autoridades nacionales.
En Polonia:
Los equipos en terreno de ACNUR informan de colas kilométricas en la frontera del lado ucraniano. Las personas que van cruzando la frontera informan de hasta 60 horas de espera para poder alcanzar el punto fronterizo. La mayoría de los que llegan son mujeres, niñas y niños procedentes de todas las partes de Ucrania. Las temperaturas son gélidas y muchos de estos refugiados han explicado que han pasado días en la carretera a la espera de cruzar. ACNUR está en contacto con las autoridades, que han puesto asistencia a su disposición. También está trabajando con socios dentro de Ucrania para movilizar equipos que distribuyan asistencia humanitaria. Cuando los refugiados llegan a la frontera, las autoridades proceden a su registro de datos. Los refugiados que cuentan con recursos económicos han podido encontrar alojamiento por su cuenta, mientras que otras personas están siendo acogidas por comunidades locales que han abierto sus casas, o siendo alojadas en centros de recepción habilitados.
En Hungría:
ACNUR está presente en la frontera, evaluando el número de llegadas de refugiados, y está preparado para aumentar su apoyo operativo a las autoridades locales. Las llegadas son constantes y los tiempos de espera varían. A su llegada, y tras el proceso de control y registro, los ciudadanos ucranianos y de otras nacionalidades son derivados a puntos de encuentro donde pueden solicitar asilo y donde se les proporciona documentación temporal.
En Rumania:
Se están registrando colas de hasta 20 horas para entrar a Rumanía. Las autoridades locales están gestionando el transporte y el alojamiento, trasladando a los recién llegados desde la frontera hasta los centros de acogida o a otros lugares. Las comunidades locales también están ayudando generosamente con el transporte y el alojamiento, mientas que empresas privadas están sufragando el alojamiento en hoteles. Los voluntarios están prestando servicios de interpretación y otras formas de apoyo práctico. ACNUR forma parte del grupo de trabajo dirigido por el gobierno que coordina las necesidades y el apoyo y ha establecido una línea telefónica de emergencia 24/7 y páginas online en ucraniano sobre la ayuda para las personas refugiadas.
En Moldavia:
Se sigue tardando 24 horas en recorrer los aproximadamente 60 kilómetros que separan Odesa de la frontera con Moldavia. Los recién llegados están siendo alojados en centros de acogida temporales, al tiempo que se están identificando otros espacios. Algunos refugiados han podido encontrar su propio alojamiento o están siendo acogidos por las comunidades locales. ACNUR está prestando apoyo para mejorar la capacidad de recepción y está distribuyendo materiales humanitarios de primera necesidad, como mantas, sacos de dormir y artículos de higiene.
En Eslovaquia:
Desde el 24 de febrero, ACNUR está realizando visitas regulares a cuatro de los cinco principales puestos fronterizos. Si bien las llegadas a Eslovaquia son menos numerosas, el gobierno mantiene una política abierta y acogedora hacia los refugiados y ha modificado rápidamente las leyes de asilo para ayudar a acelerar los procedimientos. Las comunidades locales también están prestando apoyo económico y material a los refugiados con alimentos y artículos de higiene, y ofrecimientos de transporte y alojamiento gratuitos.
En Ucrania:
ACNUR también está intensificando su respuesta en Ucrania para ayudar a las personas desplazadas y afectadas por el conflicto. Sin embargo, la inestabilidad de la situación, los problemas de seguridad, la falta de acceso seguro para los trabajadores humanitarios y las restricciones de movimiento están planteando grandes desafíos para los trabajadores humanitarios, incluido el personal de ACNUR. La Agencia de la ONU para los Refugiados sigue prestando ayuda cuando se dan las condiciones mínimas de seguridad, proporcionando cierta asistencia y llevando a cabo actividades de protección. También se está preparando para prestar asistencia a los desplazados internos en el oeste de Ucrania, donde el acceso humanitario es más fácil, y también está reforzando las líneas telefónicas de emergencia en todo el país para proporcionar información crítica sobre protección a los civiles desplazados.
FUENTE: ACNUR.ORG
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