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Sudeste asiático: Los rohingya, el pueblo que lleva décadas huyendo

El pueblo rohingya lleva huyendo toda una vida. Desde la década del 90, miles de personas escaparon a Bangladesh, donde los campamentos de refugiados acogieron a varias generaciones de apátridas durante años. A partir de agosto de 2017, otra oleada de violencia llevó a 700.000 personas a cruzar las fronteras. De esta manera, la situación se convirtió en la crisis humanitaria que más rápido crecía en el mundo. Hoy la población refugiada de Myanmar es de 1,2 millones.

En Myanmar, el golpe militar de febrero de 2021 desencadenó una violencia generalizada, que incluyó un fuerte uso de explosivos y armas en zonas pobladas y sus alrededores, lo que provocó 433.000 nuevos desplazamientos. A finales del año, la cantidad total de personas desplazadas internas había alcanzado las 671.000.

Aumento dramático

Después del considerable desplazamiento de las personas refugiadas rohingya de Myanmar en 2017, esta población sigue siendo uno de los grupos desplazados más numerosos del mundo.

Más de las tres cuartas partes son acogidas en Bangladesh. El aumento de desplazamientos en 2021 se debió principalmente al registro de nuevos nacimientos, lo que incluyó el registro atrasado de 2020, ya que este se retomó en 2021 después de haberse suspendido por la COVID-19.

Las personas apátridas rohingya de Myanmar y de los países vecinos constituyen la mayoría de las personas refugiadas apátridas y de las personas desplazadas internas apátridas.

 

Un apátrida es una persona que no es reconocida como nacional por ningún Estado, por lo tanto no puede acceder a derechos básicos como un documento de identidad.

Apoyando a solicitantes de asilo y apátridas

1,2 millones

de personas refugiadas de Myanmar.

88%

de probabilidad de que los rohingyas permanezcan desplazadas en el tiempo.


Hacete socio de ACNUR y contribuí a que cientos de miles de personas en Asia tengan acceso al asilo y a la protección que necesitan.

“La clave del asunto está en garantizar una identidad legal a todas las personas en el territorio de Myanmar, así como las libertades fundamentales que esto conlleva, como libertad de movimiento, no discriminación y acceso a los servicios”

Volker Türk, Asistente del Alto Comisionado de ACNUR para la Protección.

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