En la ciudad costera de Pemba, mujeres y niñas refugiadas se reúnen en espacios seguros apoyados por ACNUR. Aquí, reciben apoyo emocional y psicológico para superar el trauma de la violencia sexual, abuso doméstico y desplazamiento forzado. Estos lugares brindan a las sobrevivientes la oportunidad de reconstruir sus vidas en un ambiente seguro.
El impacto del conflicto y los fenómenos meteorológicos en Mozambique
La crisis en Mozambique se ve agravada por fenómenos meteorológicos extremos, como ciclones y sequías, que no solo destruyen hogares, sino que también dificultan la capacidad de las comunidades para recuperarse. En los últimos meses, el ciclón Jude ha devastado más de 200.000 hogares en la región, afectando a miles de personas que ya se encontraban desplazadas debido al conflicto armado.
De acuerdo con datos de ACNUR, 1,3 millones de personas en Mozambique han sido desplazadas por la violencia y las condiciones climáticas extremas. Las mujeres, en particular, sufren las consecuencias más graves de esta crisis, enfrentando un mayor riesgo de violencia, falta de acceso a servicios de salud y la pérdida de sus medios de vida.

Muaziza Amade carga con las cicatrices emocionales de haber sido rehén durante casi dos años, pero ha encontrado fuerza y propósito gracias a la consejería individual con Ancila.
© ACNUR/Isadora Zoni
Espacios seguros y apoyo psicológico para mujeres desplazadas
Los espacios seguros apoyados por ACNUR en la provincia de Cabo Delgado son fundamentales para proporcionar asistencia a mujeres y niñas. En estos espacios, las sobrevivientes de violencia pueden recibir apoyo psicológico, participar en actividades de sanación y reconstruir sus vidas. La psicóloga Ancila Niyubuntu lidera sesiones terapéuticas que permiten a las mujeres compartir sus historias y comenzar su proceso de recuperación.
«Para muchas de ellas, estos espacios son el único lugar donde se sienten escuchadas y comprendidas», afirma Ancila. «Cuando se sienten respaldadas, pueden empezar a sanar.»

Un grupo de mujeres desplazadas se sientan juntas para una sesión de apoyo psicológico facilitada por un equipo de ACNUR y sus socios.
© ACNUR/Isadora Zoni
Desafíos y necesidades urgentes de apoyo financiero
El financiamiento de la ayuda humanitaria en Mozambique está en crisis. Debido a los recortes de presupuesto, ACNUR solo puede brindar asistencia a una fracción de las personas desplazadas que la necesitan. De las 300.000 mujeres desplazadas internas en el norte de Mozambique, solo 40.000 recibirán apoyo, dejando a muchas sin acceso a servicios vitales.
Ancila, quien llegó a Mozambique como refugiada de Burundi en 1998, sabe de primera mano lo que significa enfrentar la adversidad. Hoy, como psicóloga, se dedica a ayudar a otras mujeres a superar el trauma y reconstruir sus vidas a través de la alfabetización y formación profesional.
«El objetivo no es solo sanar, sino también darles a las mujeres las herramientas necesarias para ser autosuficientes y fortalecer a sus comunidades», explica Ancila.
Un llamado a la acción
El apoyo de los donantes es crucial para asegurar que más mujeres y niñas desplazadas reciban el apoyo necesario para su recuperación. A medida que los desplazamientos y las crisis se intensifican, la ayuda humanitaria no solo necesita aumentar, sino que debe ser más accesible para aquellos que más lo necesitan. Con tu apoyo, ACNUR puede continuar ofreciendo refugio, atención médica, asistencia jurídica y formación profesional para empoderar a estas mujeres y asegurarles un futuro mejor.