GOMA – ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados advirtió que el prolongado conflicto, los graves abusos contra los derechos humanos y las flagrantes violaciones del derecho internacional humanitario están causando graves sufrimientos a las personas refugiadas y desplazadas internas congoleñas.
La advertencia se produce tras una visita de evaluación humanitaria a la República Democrática del Congo (RDC), incluida la capital, Kinshasa, y las provincias orientales, por parte de la principal responsable de protección de los refugiados de la agencia, Ruven Menikdiwela, Alta Comisionada Auxiliar para la Protección de ACNUR.
Solo en el primer semestre de 2024, más de 940.000 personas se vieron forzadas a huir de la violencia perpetrada por multitud de grupos armados no estatales. Muchas de las personas que se han visto forzadas a huir han sido desplazadas varias veces. El número de personas desplazadas internas en la RDC supera actualmente los 6,4 millones.
“Me preocupa enormemente la olvidada pero devastadora situación a la que se enfrentan las personas en la RDC. Es una tragedia que se sigan cometiendo atrocidades contra esta sufrida población civil y que, incluso en su búsqueda de protección, se enfrenten a una serie de violaciones de los derechos humanos”, declaró Menikdiwela.
Tres personas desplazadas murieron en fuego cruzado y otras 21 resultaron heridas en las primeras horas del 26 de septiembre, cuando el asentamiento de desplazados de Lushagala, a las afueras de Goma, quedó destrozado por la violencia. Los enfrentamientos entre diversos actores armados, que utilizaron armas pesadas, duraron unas cinco horas.
Tan solo en Kivu del Norte este año se han producido casi 20 incidentes de seguridad de este tipo que han afectado a los asentamientos de desplazados. A finales de agosto, los encargados del monitoreo de protección de ACNUR habían identificado a más de 71.200 víctimas de abusos contra los derechos humanos.
“He hablado con mujeres y hombres desplazados en las provincias de Ituri y Kivu del Norte. Han sido testigos y han experimentado horrores inimaginables: asesinatos, detenciones, secuestros, extorsión y reclutamiento de sus hijos por parte de grupos armados. Particularmente las mujeres y las niñas se enfrentan a una situación insoportable: sus cuerpos son un campo de batalla”.
Menikdiwela advirtió que la violencia de género está muy extendida y que las partes en conflicto utilizan sistemáticamente la violencia sexual a una escala sin precedentes.
De acuerdo con los datos recopilados por el Área de Responsabilidad de Violencia de Género en la RDC, tan solo en Kivu del Norte se denunciaron casos de violencia de género en un número significativamente mayor en el primer semestre de este año (27.328) que en el mismo periodo de 2023 (20.771). Resulta alarmante que el 63 por ciento de ellas sean por violación. Los equipos de ACNUR observan cada vez más mujeres y niñas desplazadas que recurren a mecanismos de supervivencia perjudiciales, como la prostitución para sobrevivir y las peligrosas incursiones en zonas de conflicto en busca de alimentos y leña. En muchos lugares remotos, el acceso humanitario está cortado, o los recursos y la asistencia son escasos. El acceso a la justicia también sigue siendo limitado, y los supervivientes temen represalias y marginación social.
Menikdiwela hizo un llamamiento a todas las partes para que conviertan urgentemente en prioridad el bienestar de la población civil, incluidas las personas desplazadas, garantizando el carácter humanitario y civil de los lugares de desplazamiento y restableciendo el paso seguro para las poblaciones desplazadas.
El hacinamiento y el empeoramiento de las condiciones sanitarias en los asentamientos de desplazados han suscitado en las últimas semanas una profunda preocupación entre los actores humanitarios por la posibilidad de que las poblaciones desplazadas se enfrenten a una mayor exposición a enfermedades, incluido el virulento Mpox.
Durante su misión, la Alta Comisionada Auxiliar también se reunió con el Primer Ministro y el Viceprimer Ministro encargado de Asuntos de Interior, así como con autoridades provinciales y socios humanitarios.
Transmitió el compromiso de ACNUR de seguir trabajando con las autoridades para asistir, proteger y buscar soluciones para las personas desplazadas por la fuerza. “Es evidente que la paz es la más sostenible y duradera de las soluciones, y que se necesita urgentemente”, añadió Menikdiwela.
“Lo que he visto también es un motivo de esperanza. Existe un firme compromiso por parte de los diversos actores para buscar soluciones. Visité a familias desplazadas internas que se han beneficiado de planes de integración local, construyendo sus hogares, estableciendo pequeños negocios y contribuyendo positivamente a sus nuevas comunidades. Las autoridades han desempeñado aquí un papel clave, y estos esfuerzos deben ampliarse”, afirmó Menikdiwela.
ACNUR también solicita apoyo y financiación adicionales a la comunidad internacional. Hasta el 31 de agosto de 2024, ACNUR había recibido solo el 37 por ciento de los 250 millones de dólares estadounidenses que se requieren para cubrir las necesidades de las personas desplazadas en la República Democrática del Congo.