Hemos superado el impactante hito de 2 millones de personas refugiadas que huyeron de Ucrania en tan solo 12 días, principalmente hacia cinco países vecinos. Más de la mitad huyeron solo a Polonia.
Tras pasar cinco días en el terreno en la región – reuniéndome con las personas refugiadas, el personal humanitario, las entidades locales que participan en la respuesta y los Gobiernos – si bien me alienta la acogida que se ha ofrecido, estoy profundamente entristecido por Ucrania y su pueblo.
En las fronteras vi un éxodo de personas, en su mayoría mujeres y niños, junto con refugiados mayores y personas con discapacidad. Llegaron conmocionados y profundamente impactados por la violencia y sus difíciles viajes hacia la seguridad. Hay familias que han quedado destrozadas sin razón. Trágicamente, a menos que la guerra se detenga, lo mismo ocurrirá con muchas más.
La respuesta de Europa ha sido notable. La directiva de protección temporal de la UE ofrece a las personas refugiadas seguridad y opciones, una oportunidad de estabilidad en una época de gran convulsión.
Polonia ha recibido a más de 1,2 millones de refugiados. Tanto el Gobierno polaco como las comunidades locales han preparado una acogida encomiable y bien organizada. Lo mismo puede decirse de la República de Moldavia y de Rumania, que visité durante mi misión, así como de otros países vecinos, que han mantenido generosamente sus fronteras abiertas. En las fronteras con Ucrania, vi una profusión inigualable de solidaridad espontánea por parte de las comunidades y del personal humanitario de cada país: socorristas trabajando sin parar, montones de donaciones bien dispuestos, todo ello organizado eficazmente por la policía de frontera, y las autoridades y comunidades locales.
Hemos superado el impactante hito de 2 millones de personas refugiadas que huyeron de Ucrania en tan solo 12 días
ACNUR también ha intensificado su respuesta, apoyando la coordinación de la respuesta humanitaria y enviando personal experto y decenas de millones de dólares de ayuda para apoyar la respuesta de los gobiernos mediante el suministro de asistencia material y en efectivo. También hemos reforzado nuestros equipos de protección para atender las necesidades de las mujeres, las niñas y los niños, por los que estamos especialmente preocupados.
Sin embargo, es imperativo que la comunidad internacional se comprometa a proporcionar mucho más apoyo para asistir a la población refugiada y a las comunidades de acogida, especialmente en Moldavia. Todos los Estados europeos deben seguir con esta muestra de generosidad. Otros países, más allá de Europa, también tienen un importante papel que desempeñar para ayudar a las personas necesitadas y compartir la responsabilidad internacional hacia millones de personas refugiadas.
Aun así, tras esta cálida acogida se esconden una desesperación y un sufrimiento inimaginables. Las personas refugiadas que han llegado de este lado están a salvo de la violencia, pero ninguna se libró de sufrir enormes pérdidas y traumas. Detrás de las frías estadísticas hay 2 millones de historias de separación, angustia y pérdida.
Dentro de Ucrania, el panorama es estremecedor. La gente huye o se refugia de esta guerra brutal como puede.
Respecto a los informes sobre inaceptables discriminaciones entre las personas que huyen de Ucrania, expresé mi preocupación a las autoridades pertinentes, ya que cualquier acto de discriminación o racismo debe ser condenado y todas las personas deben ser protegidas. Todas las autoridades coincidieron totalmente y ofrecieron garantías, tanto a los más altos niveles de gobierno como de quienes trabajan en el terreno, de que los Estados no discriminarán ni rechazarán a las personas que huyen de Ucrania.
Dentro de Ucrania, el panorama es estremecedor. La gente huye o se refugia de esta guerra brutal como puede. Los equipos de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, junto con nuestros socios locales, están distribuyendo ayuda donde y cuando pueden, pero el acceso es limitado e inseguro. Junto con el CICR, la ONU está intentando negociar pasajes seguros, pero para ello necesitamos que las armas callen.
FUENTE: ACNUR.ORG
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Publicado el 8 de marzo de 2022 (Polonia)
https://media.unhcr.org/Share/fvtc415v2153bp56qa5tq0nb8fw07700
Publicado el 4 de marzo de 2022 (Rumania y Moldavia)
https://media.unhcr.org/Share/7uny6m17045t0udt076p8m018tbx6bv3
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