Abr 15

Sudán: Tras dos años de guerra, cerca de 13 millones de personas debieron escapar para salvar sus vidas

Se trata de una de las crisis de desplazamiento más grandes y menos reportadas del mundo.

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Este 15 de abril se cumplen dos años del inicio del conflicto en Sudán. Desde entonces, cerca de 13 millones de personas han tenido que huir de sus hogares en busca de seguridad y protección. El brutal conflicto, que muestra pocas señales de aplacarse, ha provocado un sufrimiento colosal, ha destrozado familias y pone en peligro la estabilidad de toda la región.

Ante el aumento del desplazamiento, las necesidades son más urgentes que nunca.

La emergencia en Sudán se convirtió en una de las crisis de desplazamiento más grandes y devastadoras del mundo. A tan solo dos años del inicio del conflicto, los números continúan en constante crecimiento y todo indica que esta situación solo seguirá agravándose. La crisis en Sudán es hoy una de las emergencias más severas, pero menos reportadas y financiadas del planeta.

Números inadmisibles de la crisis en Sudán:

  •  1 de cada 3 sudaneses ha sido desplazado forzosamente.
  • Alrededor de 3.8 millones de personas abandonaron Sudán desde abril del 2023
  • 8.6 millones de personas permanecen desplazadas dentro del país.
  • 1 de cada 13 personas refugiadas en el mundo proviene de Sudán.
  • 1 de cada 6 personas desplazadas internas en el mundo proviene de Sudán.
  • En al menos 5 puntos del país se reportaron condiciones de desnutrición severas, que aumentarán de manera catastrófica para mayo con la temporada de escasez.
  • Mujeres y niños conforman el grupo más vulnerable de esta crisis debido a la violencia sexual y la tortura.

La situación es crítica, con el alarmante número de 8.6 millones de personas desplazadas de manera interna y otros 3.8 millones personas refugiadas principalmente en países limítrofes como la República Centroafricana, Chad, Egipto, Etiopía, Libia, Sudán del Sur y Uganda, el apoyo se vio afectado por el difícil acceso a las zonas fronterizas y la escasez de servicios disponibles.

El conflicto desatado el 15 de abril de 2023 ha provocado un alto número de muertes y convirtió la violencia en una constante para quienes lograron sobrevivir. Las personas que huyen de Sudán denuncian haber sufrido violencia sexual sistémica y otras violaciones de derechos humanos, además de haber presenciado asesinatos en masa. La mitad son niños y niñas, incluidos miles sin familia. Sumado a ello, las condiciones climáticas han empeorado por la temporada de lluvias, promoviendo brotes de enfermedades como el cólera y la malaria. Las necesidades humanitarias son tan urgentes hoy como en el inicio de la crisis.

Tristemente, la respuesta a ello es escasa: la infraestructura necesaria está colapsando y el acceso a servicios básicos como agua potable, atención médica y albergue es limitado. En consecuencia, millones de niñas y niños padecen inseguridad alimentaria, y más de una docena de regiones está al borde de la hambruna.

ACNUR y una ayuda que no puede detenerse

Las peleas, la matanza de civiles, la destrucción de infraestructura esencial y el desplazamiento forzoso y violento de miles de personas, sumado a los eventos climáticos extremos, forman parte de un conflicto que no parece detenerse.

En este marco, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, brinda asistencia dentro y fuera de Sudán a las personas refugiadas y desplazadas en colaboración con autoridades, gobiernos de acogida y socios. El Plan Regional de Respuesta para Refugiados prioriza la entrega de asistencia y protección vitales, incluidos refugios de emergencia, reubicación desde áreas fronterizas a lugares más seguros, apoyo psicosocial, agua potable, atención médica y educación.

Gracias al apoyo recibido en el 2024, las organizaciones humanitarias alcanzaron a más de 15,6 millones de personas en todo Sudán con apoyo alimentario, agua, saneamiento, higiene, salud, nutrición y refugio. En adición a esto, los países vecinos se solidarizaron con asistencia vital a más de un millón de personas, apoyo médico a medio millón y servicios de protección a más de 800.000.

A medida que el conflicto y el desplazamiento se han intensificado, la financiación se ha reducido. Actualmente, la financiación para la respuesta regional es inferior al 10% de lo necesario, lo que imposibilita cubrir las necesidades básicas y acarrea severas consecuencias. En tal sentido, aunque la voluntad de ayuda a los grupos más vulnerables, como la niñez no acompañada y los sobrevivientes de violencia sexual y tortura, se mantenga siempre presente, la grave escasez de fondos forzó a ACNUR a suspender tratamientos médicos vitales y otros tipos de asistencia a una porción de la población sudanesa forzada a huir de su país. Parte de este apoyo incluye servicios de protección infantil y tratamientos médicos esenciales como cirugías por cáncer o cardíacas y medicación para enfermedades crónicas, tales como la diabetes o la hipertensión.

“La hambruna cada vez toma más fuerza, la violencia se acrecienta y los combates continúan. Por eso, es imprescindible contar con la colaboración y el apoyo de la sociedad para que ACNUR pueda continuar asistiendo a millones de personas afectadas por el conflicto en Sudán”, señala Paula Martínez Álvarez, Directora de Comunicaciones de Fundación ACNUR Argentina.

Millones de personas refugiadas y desplazadas de todo el mundo corren el riesgo de perder el acceso a una asistencia vital debido al desfinanciamiento de los fondos humanitarios globales. ACNUR realiza un llamamiento para que la crisis no sea olvidada y poder contar con los fondos para brindar asistencia y protección a las personas forzadas a huir por el conflicto.

 

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