EMERGENCIAS
SUDÁN: HAMBRE Y GUERRA
El 75% de la población sudanesa refugiada son mujeres y niños.
Miles de personas necesitan tu ayuda
1 de cada 3
sudaneses está desplazado
12.7 millones
de sudaneses desplazados por la fuerza
1 de cada 6
desplazados internos del mundo es sudanés

Cuatro mujeres que huyeron de Tindelti, Sudán, esperan ser registradas como refugiadas en Koufroun, en la región de Ouaddai, Chad, a pocos cientos de metros de la frontera. © ACNUR/Colin Delfosse
Guerra en Sudán: años de violencia aterran a la población
Desde abril de 2023, casi 3.5 millones de personas han cruzado las fronteras buscando seguridad en países como Chad, Egipto, Etiopía, Libia, Sudán del Sur, Uganda y República Centroafricana. Sudán representa actualmente la población desplazada más grande fuera de su país en África.
El 75 % de quienes han huido lo han hecho hacia Chad y Egipto, mientras que el 21 % de los desplazados son retornados.
Además, el impacto de eventos climáticos extremos —como las inundaciones históricas en 2024 en Sudán, Sudán del Sur y Chad— agrava la crisis. Se destruyen refugios, infraestructura clave y se dificulta la llegada de ayuda humanitaria.
Las mujeres, niñas, niños y personas en situación de vulnerabilidad son quienes más sufren. Hay reportes generalizados de violencia sexual, incluyendo el uso de la violación como arma de guerra, lo que deja secuelas físicas, psicológicas y sociales profundas. A esto se suma el acceso extremadamente limitado a servicios básicos como agua potable, atención médica, alimentación y educación.
En países vecinos como Sudán del Sur, los centros de tránsito para refugiados operan cuatro veces por encima de su capacidad, con escasez de agua y atención médica, y brotes de enfermedades como el cólera.
En 2024, solo se recibió el 31 % de los fondos necesarios para responder a la crisis de Sudán. La falta de financiación forzó a muchas familias refugiadas a adoptar estrategias de supervivencia perjudiciales: vender sus pertenencias, reducir sus comidas diarias o retirar a sus hijos de la escuela.
Para 2025, se necesita con urgencia 1.800 millones de dólares para asistir a 4,8 millones de personas, incluyendo refugiados, retornados y comunidades de acogida en los siete países vecinos. Esta cifra contempla no solo a los nuevos desplazados, sino también a los 800.000 refugiados sudaneses que ya vivían en estos países antes del estallido del conflicto actual, y a 1 millón adicional proyectado para 2025.
El costo de la inacción es alto. En países como Chad, hay solo un médico para cada 25.000 personas. En Egipto, más de 238.000 niños sudaneses refugiados están fuera del sistema educativo. En Etiopía, 94 personas comparten un solo baño en los centros de tránsito. En Libia, solo se dispone del 4 % de los recursos necesarios para proteger a la infancia refugiada. En Sudán del Sur, los campamentos de acogida están colapsados.
La crisis en Sudán no puede seguir siendo ignorada. La solidaridad internacional es más urgente que nunca. Las personas desplazadas necesitan asistencia vital para sobrevivir hoy y reconstruir sus vidas mañana. Solo una solución política y duradera al conflicto podrá poner fin a esta tragedia humanitaria.