Jun 30
Refugiados sudaneses llegan a la ciudad fronteriza de Adre, Chad, en octubre de 2024. © ACNUR/Andrew McConnell

ACNUR estima que 2,5 millones de personas refugiadas necesitarán ser reasentadas

El siguiente contenido corresponde a las declaraciones formuladas el 24 de junio por un portavoz de ACNUR en una rueda de prensa en el Palacio de las Naciones, en Ginebra.

GINEBRA – ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, estima que 2,5 millones de personas refugiadas en todo el mundo necesitarán ser reasentadas el próximo año, según el informe sobre las Proyección de las Necesidades Globales de Reasentamiento publicado el 24 de junio.

Aunque la cifra sigue siendo alta, las necesidades anuales de reasentamiento han disminuido este año —bajando de 2,9 millones en 2025— incluso cuando el número global de refugiados continúa creciendo. Esto se debe principalmente al cambio en la situación en Siria, que ha permitido retornos. ACNUR está observando que algunas personas abandonan los procesos de reasentamiento y optan por regresar a su país de origen para reconstruir sus vidas.

Para 2026, las principales poblaciones refugiadas que necesitarán ser reasentadas son: los afganos (573.400), sirios (442.400), sursudaneses (258.200), sudaneses (246.800), rohingyas (233.300) y congoleños (179.500). Entre los principales países de primera acogida desde los cuales se necesitarán su reasentamiento se encuentran Irán (348.900), Türkiye (258.000), Pakistán (215.000), Etiopía (213.950) y Uganda (174.000).

El reasentamiento ofrece una alternativa concreta a los viajes peligrosos, ayuda a preservar espacios de protección frágiles, es una importante demostración de solidaridad internacional y fomenta la colaboración con los países de acogida. Al ofrecer soluciones para las personas refugiadas con grandes necesidades y mayor dependencia de asistencia, el reasentamiento ayuda a aliviar la presión sobre los sistemas nacionales en los países de acogida y, por ende, apoya respuestas sostenibles.

No obstante, en 2025 se espera que las cuotas de reasentamiento sean las más bajas de las últimas dos décadas, cayendo por debajo de los niveles vistos incluso durante la pandemia de COVID-19, cuando muchos países suspendieron sus programas. Esta dramática disminución en las cuotas pone en riesgo revertir el progreso significativo logrado en los últimos años gracias a los esfuerzos colectivos, y expone a los refugiados a mayores peligros.

Dadas las necesidades y teniendo en cuenta que en la actualidad sigue habiendo un número limitado de plazas de reasentamiento, ACNUR hace un llamamiento a los Estados de reasentamiento para que mantengan sus programas y aumenten su capacidad de acogida. ACNUR también pide programas de reasentamiento más predecibles y ágiles, y asignaciones de cuotas adaptables a lo largo de las rutas clave de refugiados.

Para 2026, la comunidad internacional se ha fijado como objetivo reasentar a 120.000 personas refugiadas. La historia reciente demuestra que se trata de una cifra asequible. Si bien para alcanzar este objetivo sigue siendo crucial que haya mayores cuotas de reasentamiento, será igualmente importante contar con cuotas más pequeñas durante los próximos años, especialmente si los casos pueden tramitarse y revisarse rápidamente de forma remota.

A lo largo de sus más de 70 años, ACNUR ha facilitado –y seguirá facilitando- el reasentamiento como un recurso vital para las personas refugiadas, que permite ofrecer soluciones a aquellas personas que hacen frente a riesgos graves como deportación, violencia, emergencias médicas y otras amenazas críticas. Y ACNUR seguirá haciéndolo.

El año pasado, a pesar de los retos, más de 116.000 personas refugiadas tuvieron la oportunidad de encontrar seguridad y reconstruir sus vidas a través del reasentamiento apoyado por ACNUR. Cada plaza de reasentamiento tiene un valor incalculable para quienes huyen del peligro.

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