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Dic 11

El Foro Mundial sobre los Refugiados ofrece esperanza y promesas de acción al final de un año turbulento

08 de diciembre de 2023

GINEBRA – Al final de un año devastador marcado por nuevas, resurgentes e interminables situaciones que involucran a personas refugiadas, puede parecer que nos encontramos en un precipicio. Las necesidades humanitarias superan a los recursos, y para 114 millones de personas desplazadas por la fuerza y apátridas, entre ellas 36 millones de personas refugiadas, el conflicto está destrozando vidas. También está poniendo a prueba a las comunidades que tan generosamente las han acogido.

Sin embargo, hay esperanza y una promesa de acción. La próxima semana, en Ginebra se celebrará la reunión mundial más importante sobre refugiados. Nos reuniremos en un espíritu de solidaridad, con la determinación de buscar soluciones duraderas y de movilizar la voluntad política para aliviar la tensión que sufren las personas refugiadas y quienes las acogen. Si actuamos hoy, podremos transformar vidas; si nos retrasamos, las consecuencias serán demasiado evidentes.

Los compromisos son la piedra angular del segundo Foro Mundial sobre los Refugiados, que se celebrará del 13 al 15 de diciembre. Los Estados y la sociedad civil anunciarán compromisos transformadores en ámbitos como la educación, el acceso al mercado laboral, la consolidación de la paz, la mitigación del cambio climático y el reasentamiento; también se asumirán compromisos firmes en torno a situaciones específicas, como la población afgana, los refugiados del Cuerno de África, así como las personas rohingyas, centroamericanas y centroafricanas.

Son diversos los grupos que impulsan la asunción de compromisos; adoptando un enfoque de toda la sociedad, estos grupos aportarán energía y peso al evento.

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, y el Gobierno de Suiza esperan acoger al menos a siete Jefaturas de Estado, vicepresidencias y jefaturas de gobierno; tres primeros ministros adjuntos; treinta ministros de asuntos exteriores; y 95 ministros y minitros adjuntos. El Foro ha sido co-convocado por Colombia, Francia, Japón, Jordania y Uganda.

En él participarán más de 300 delegados refugiados (es decir, aproximadamente el 10 por ciento de la asistencia); esto constituye una aportación significativa y necesaria. Asimismo, estarán presentes las más altas instancias del deporte y del sector comercial, las cuales anunciarán compromisos junto a fundaciones benéficas, instituciones financieras, agencias de la ONU, organizaciones humanitarias y de desarrollo, autoridades locales, ONG, grupos religiosos, académicos y personas a nivel individual.

El Foro nació del Pacto Mundial sobre los Refugiados, que fue ratificado en 2018; el primer Foro se celebró un año después y, desde entonces, ha cosechado más de 1.700 compromisos e iniciativas. El mundo es ahora un lugar diferente, pero las necesidades van en aumento, así que los objetivos centrales del Pacto siguen siendo esenciales.

En primer lugar, las comunidades de acogida necesitan ayuda: tres cuartas partes de las personas refugiadas viven en países de renta baja o media que han abierto sus fronteras y compartido modestos recursos; en otras palabras, han proporcionado un bien público mundial. Ahora necesitan más apoyo.

En segundo lugar, las personas refugiadas quieren ser autosuficientes. Una persona refugiada productiva es una contribución, no una carga, para quienes hacen parte de la comunidad de acogida. Muchos países de acogida han levantado las restricciones y ampliado los servicios para incluir a la población refugiada. Es momento de que otros países deben abonar con inversiones, infraestructuras y puestos de trabajo.

Se necesitan más reasentamientos y vías complementarias. Las naciones más ricas pueden crear programas de educación y movilidad laboral, y permitir la reunificación familiar.

Un cuarto elemento consiste en crear las condiciones para que las personas refugiadas puedan regresar a sus hogares en condiciones dignas y seguras. Esto se olvida a menudo; por tanto, esperamos que haciendo énfasis en la construcción de la paz, en el Foro de la próxima semana se puedan sembrar las semillas de las soluciones.

En el primer Foro Mundial sobre los Refugiados, la comunidad internacional reconoció que no hay soluciones humanitarias para los problemas políticos; también vimos el apoyo de los actores del desarrollo. Ahora se reconoce cada vez más que debemos prestar más atención a las causas profundas.

He trabajado en la primera línea de las emergencias humanitarias, en situaciones de desplazamiento aparentemente irremediables. La acumulación de miseria humana puede ser abrumadora. Me animan los momentos en los que podemos brindar asistencia que salva vidas, y me infunde esperanza que trabajemos con nuestros socios en pro de soluciones reales, incluso en circunstancias imperfectas.

Con concentración e “impaciencia constructiva”, podemos movilizar a los aliados hacia compromisos y acciones esperanzadores y sustanciales que contrarresten la autocomplacencia, y que estabilicen y resuelvan las situaciones de las personas refugiadas. El Foro Mundial sobre los Refugiados nos ofrece una plataforma para hacerlo. Es un momento para la unidad y la acción, es decir, una oportunidad para participar en el multilateralismo moderno y hacer las cosas bien.

 

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