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Sep 13
Niñas afganas en una escuela acondicionada por ACNUR en Khazaana, una aldea de refugiados, en Khyber Pakhtunkhwa, Pakistán. © ACNUR/Mercury Transformations

Más de 7 millones de niños refugiados no asisten a la escuela.

Más de la mitad de niñas y niños refugiados en edad escolar no están recibiendo educación formal, según un nuevo informe publicado por ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados. Esto pone en riesgo su prosperidad futura y la posibilidad de alcanzar los objetivos mundiales de desarrollo.

El informe de educación de ACNUR de 2023 se basa en datos recabados en más de 70 países de acogida con el propósito de presentar un panorama muy claro de la educación de las personas refugiadas en distintas partes del mundo.

  •  Al cierre del 2022 el número de niñas y niños refugiados en edad escolar aumentó casi un 50% en comparación con el año anterior. Este incremento se debe, sobre todo, a la invasión de Ucrania.
  •  Se estima que un 51% (más de 7 millones de niñas y niños refugiados) no se matricularon en ninguna escuela.

En los países que proporcionaron datos, la matriculación de refugiados varía dramáticamente de un nivel educativo a otro:

El 38% está matriculado en educación preprimaria.

65%, en educación primaria

41%, en educación secundaria.

6%, en educación terciaria.

Es muy marcada la diferencia en los índices de matriculación entre refugiados y no refugiados, lo cual evidencia que la falta de acceso limita las oportunidades.

“Las personas refugiadas seguirán quedando rezagadas en tanto no se impulse su acceso a la educación, pues será aún más difícil alcanzar otras metas en materia laboral, de igualdad, de salud y de erradicación de la pobreza, entre otras”, escribió Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, en el prólogo del informe.

El costo que supone la educación de la niñez desplazada por la fuerza recae desproporcionadamente en quienes tienen menos recursos: El 20% de las personas refugiadas vive en los 46 países menos desarrollados del mundo.

“Necesitamos sistemas educativos que sean totalmente inclusivos. En los países de acogida en los que se han puesto en práctica políticas de este tipo se requiere apoyo predecible y plurianual de instituciones financieras de alcance mundial y regional, así como del sector privado y de Estados de renta alta. No podemos esperar que los países que ya enfrentan dificultades por la falta de recursos se hagan cargo de esta tarea sin recibir apoyo alguno”, añadió Grandi.

Se revelaron avances en cuanto a la paridad de género en el acceso a la educación:

  • El 63% de hombres y 61% de mujeres a nivel primaria.
  • 36% de hombres y 35% de mujeres a nivel secundaria.

Sin embargo, los datos indican que las brechas de género siguen siendo significativas en algunos países.
En consecuencia, si se da acceso a la educación a las personas refugiadas en edad escolar, esto traerá consigo beneficios individuales y colectivos.

 

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