El 15 de marzo se cumplen trece años del inicio de la crisis en Siria que obligó a cerca de 13 millones de hombres, mujeres, niños y niñas a huir de sus hogares para salvar sus vidas. Actualmente, países como Líbano, Turquía, Jordania, Egipto e Irak acogen a 5 millones de personas refugiadas sirias y las necesidades humanitarias en la región han alcanzado un nivel sin precedentes.
La financiación ha llegado a su nivel más bajo desde el inicio del conflicto en 2011, lo que ha limitado la capacidad de acción en Siria y en los países de asilo. Esta situación dificulta el acceso a las redes de seguridad social y a los servicios esenciales básicos. Cada vez más mujeres y niños quedan expuestos al trabajo y el matrimonio infantil, la violencia de género y el abandono escolar.
Además, algunos países han sido testigos de un aumento de las tensiones sociales entre los refugiados y los miembros de la comunidad de acogida. La disminución de la ayuda internacional en esta región podría tener graves consecuencias para millones de seres humanos. Las personas sirias, especialmente las más vulnerables, necesitan soluciones concretas y el apoyo de toda la sociedad para que puedan sobrevivir a esta dura realidad.
Cifras que alarman
- Dentro de Siria, aproximadamente 15,3 millones de personas necesitan asistencia humanitaria.
- En los países vecinos, más de 19 millones de personas, incluidos refugiados y comunidades de acogida, necesitarán asistencia humanitaria en 2024.
- Ya son 5 millones de refugiados sirios distribuidos entre Turquía, Líbano, Jordania e Irak.
- El 48% de la población refugiada siria está compuesta por niños, niñas y adolescentes, de los cuales la mayoría nacieron y crecieron lejos de su tierra natal, sin haber conocido nunca sus paisajes y sonidos.
- Cerca del 90% de la población de refugiados sirios en Jordania, Líbano y Egipto está endeudada y pide dinero prestado a amigos y vecinos para cubrir sus necesidades básicas.
“Trece años después del estallido de la crisis, la vida es cada vez más difícil para las personas sirias dentro y fuera del país. La financiación para apoyarlos ha disminuido significativamente y el desgaste en la región ha causado situaciones de extrema pobreza en la población más vulnerable, millones de vidas están en riesgo. Es muy importante que la comunidad brinde apoyo y solidaridad. Afortunadamente las redes internacionales de solidaridad siguen vigentes y desde Argentina es posible ayudar”, explica, Paula Martínez Álvarez, Directora de Comunicaciones de Fundación ACNUR Argentina.
Hace más de una década que las personas sirias han sido forzadas a huir de sus hogares sufriendo una violencia sin precedentes. Las personas refugiadas sirias están atrapadas en el limbo, anhelando un futuro más seguro. El apoyo internacional es su salvavidas y sostenerlo fuerte requiere del compromiso de toda la sociedad. Una de las mayores crisis de refugiados no puede ser ignorada. Desde Argentina es posible colaborar.
