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Mar 08

Huir para vivir, la historia de una mujer que escapó primero de Afganistán, luego de Ucrania y hoy estudia para doctorarse en odontología terapéutica

Nilab Akhmad tuvo que huir en busca de seguridad no solo una vez sino en dos oportunidades, y pese a los numerosos obstáculos logró salir adelante

En el mundo existen más de 110 millones de refugiados y desplazados; 57 millones son mujeres y niñas que se vieron obligadas a huir de sus hogares para salvar sus vidas. Entre ellas, la doctora Nilab Akhmad, una mujer afgana de 24 años que tuvo que escapar en busca de seguridad no solo una vez sino en dos oportunidades, y pese a los numerosos obstáculos que le tocó afrontar logró salir adelante.

“Dicen que un rayo no cae dos veces en el mismo lugar. Bueno, mi familia y yo fuimos la excepción”, afirma.

Nilab vivía en Afganistán con sus padres y sus tres hermanos, hasta que tuvo que abandonar su hogar e irse a Ucrania, llevando consigo el sueño de convertirse en una excelente dentista, decisión que tomó al ver que en su país las mujeres y niñas eran discriminadas y se les negaba la posibilidad de recibir tratamiento odontológico debido a su género. “Quería generar un cambio convirtiéndome en una dentista, capaz de atender a pacientes mujeres y dispuesta a hacerlo”, cuenta.

Luego de vivir varios años en Ucrania, sintió que se había adaptado y que era capaz de continuar con su formación profesional hasta alcanzar los niveles más altos, pero en el año 2022 se desató la guerra y tuvo que buscar refugio nuevamente. Esta vez su destino sería Alemania. “Todo marchaba muy bien, pero de repente, mi familia y yo tuvimos que mudarnos otra vez. La guerra en Ucrania hizo que la vida se tornara demasiado peligrosa y llena de riesgos, y nos vimos forzados a abandonar el país, de la misma forma en que habíamos abandonado Afganistán años antes”.

Ante el cambio de país se enfrentaba a otra barrera en su vida: ninguna institución terciaria en la que quería estudiar brindaba apoyo económico destinado especialmente a estudiantes refugiados. “En ese momento, me acordé de alguien a quien admiro: Malala Yousafzai, la estudiante pakistaní que sufrió mucho por querer ejercer su derecho a la educación y que ha hecho tanto por la educación de niñas y mujeres. Cada vez que leo sobre el valor que tuvo, yo misma siento valor para seguir adelante. Malala me ayudó a creer que algún día dejaría de sentirme indefensa y alcanzaría mis metas, y que luego podría ayudar a las niñas que necesiten ayuda en este momento devastador para Afganistán, mi país”, asegura Nilab.

Decidida, logró ingresar a la Facultad de Odontología en una universidad en Odesa. Con el apoyo incondicional de su familia y con mucha dedicación y esfuerzo, terminó los dos primeros años de la universidad y solicitó una beca en el programa Iniciativa Académica Alemana Albert Einstein (DAFI, en alemán), un proyecto que hace más de 30 años desarrolla ACNUR con el fin de generar oportunidades y promover la educación superior de personas refugiadas.

La educación superior facilita que miles de personas jóvenes refugiadas adquieran las habilidades y reciban la formación para convertirse en agentes de cambio. El programa DAFI ha apoyado la matriculación y la conclusión de estudios terciarios de más de 21.500 jóvenes refugiados desde 1992. Gracias a esta beca, Nilab pudo completar sus estudios. “Hoy en día estoy emprendiendo un doctorado en Odontología Terapéutica para alcanzar el más alto nivel de educación y convertirme en la mejor versión de mí”, cuenta con orgullo y emoción.

La historia de Nilab Akhmad es una de las más de 57 millones de mujeres y niñas refugiadas y desplazadas en el mundo que huyen para sobrevivir y merecen oportunidades para desarrollarse. Para visibilizar esta realidad, Fundación ACNUR Argentina lleva a cabo la iniciativa “Huir para Vivir”, con el objetivo de concientizar acerca de esta problemática, difundir y apoyar el trabajo de ACNUR.

Para que ACNUR pueda continuar brindando asistencia, oportunidades y protección a las mujeres y niñas desplazadas y refugiadas es vital la colaboración de toda la sociedad. Desde Argentina es posible ayudar, a través de fundacionacnur.org. Nadie elige convertirse en refugiado, pero todos y todas podemos elegir cómo ayudar. Que las mujeres y niñas dejen de huir para vivir depende del compromiso de todos.

*Karmen Issam Sakhr, Representante Regional de ACNUR para el Sur de América Latina

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